Las consecuencias de llevar cultura a casa
- Generación Millenials
- 10 jun 2020
- 2 Min. de lectura
Por: Alfredo Palacios

Las redes sociales han sido parte fundamental en la difusión de contenido cultural en este hacinamiento iniciado el 16 de marzo a causa del COVID – 19. La gratuidad de estos eventos los ha hecho más atractivos e inclusivos, ya que solo hacía falta el interés de la persona y dar un clic.
Esta forma de entretenimiento y educación ya existían en el mundo de la red, muchas veces con un costo económico. Sin embargo, instituciones estatales le han prestado atención y ha dejado muchas cosas por destacar y enmendar.
Orgullo por nuestra cultura

Fuente: Descubre Lima
La Municipalidad de Lima y la Biblioteca Nacional del Perú (BNP) han puesto al alcance de toda la red de Facebook y Youtube clases de idioma quechua básico y conferencias de historia del Perú, respectivamente.
La gran llegada se vio reflejada en el número de asistentes y vistas en las redes sociales. La primera clase de quechua básico, que se dio el 26 de mayo, cuenta con más de 120 mil reproducciones. Mientras que la primera conferencia de historia “Economía urbana Inca”, emitida el 18 de mayo, tiene 52 mil visualizaciones.
En ambos casos se aprecia gratitud de los usuarios por el esfuerzo e iniciativa que hacen estas instituciones.
Falta de educación

Fuente: Exitosa
Sin embargo, el 5 de junio en un video emitido en el fan page, de Facebook, del Ballet Municipal de Lima el bailarín Brian Gómez fue maltratado en la caja de comentarios. La transmisión en vivo no duró más de 38 minutos a causa de las constantes faltas de respeto por la vestimenta y profesión que enseña.
El primer bailarín del ballet Municipal de Lima en una de sus entrevistas declaró que el Perú tiene un “vacío cultural enorme” y que no solo radicaba en esta danza. También recalca el apoyo de las personas frente a ese tipo de ataques y que a pesar de estos malos ratos ama el país y se queda con los buenos momentos.
¿Estamos preparados para estas clases?
El machismo, la homofobia y xenofobia son el talón de Aquiles en el Perú. Y mucho de los comentarios en las redes sociales no hacen más que sustentarlos. Por lo que no sería descabellado que las instituciones empiecen a tomar acciones, como el derecho de admisión para evitar momentos vergonzosos similares al 5 de junio.
A pesar del orgullo y respeto que se está aprendiendo a tener hacia nuestras raíces y de dónde prevenimos es algo por destacar; la burla y la falta de respeto hacia otro tipo de culturas, como el ballet, crean barreras invisibles por derrotar. No estamos preparados, esperemos para un futuro que sí.
Fuente: Ballet Municipal de Lima
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